El XI Fórum contra las violencias de género fue un momento de mucho aprendizaje en todos los sentidos. Los temas tratados fueron muy comprensivos, hubo una gran y muy buena participación con jóvenes, adultos i gente mayor en los debates, dejando sus apuntes y consideraciones para mejorar la actuación de la plataforma.
Es cierto que aunque el fenómeno de la violencia es universal, la forma como es tratada en América, Europa o África es diferente. Es importante decir que me impresionó mucho la implicación de los adolescentes y jóvenes en la lucha por la eliminación de la violencia de género, pues muestra su determinación, su identificación e implicación con la causa, y eso es muy positivo.
El tema de las violencias institucionales también me interesó bastante, dado que están claramente identificadas aunque todavía no haya acciones que contribuyan para la criminalización y sanción de los agresores. Es cierto que la OMS ya esté trabajando para garantizar una atención més humanizada a los pacientes o enfermos, pero todavía queda mucho por hacer en las demás áreas.
El feminicidio fue otro tema que valió la pena para compartir las experiencias con las ponientes, ya que la mayoría tienen el gran desafío de crear mecanismos de protección de las víctimas y crear una base de datos y la criminalización de estos actos.
Como ya dije anteriormente, fue un momento de aprendizaje y ahora estamos pensando en cómo adaptar estas experiencias a nuestra realidad porque todavía tenemos muchos desafíos. La mujer africana no solo es violentada o discriminada por ser mujer, sino que también sufre por ser negra o por cuál sea el color de su piel, la pobreza, el analfabetismo y por todo y en todos los ambientes, es decir, en la família, en el trabajo y en la comunidad.
Sany Massingue Susana